Misceláneo

Los tipos de personajes en vacaciones 1 – Y tú… ¿Cuál eres?

Diciembre 21, 2017

Viajar en grupo ya sea, familia, amigos (as), pololo (a), compañeros de trabajo, etc, puede ser una aventura memorable… así como también una real lata, sobre todo si tienes algunos de estos personajes como compañeros. Les quiero entregar algunos tips que he recolectado en mis lecturas y experiencias personales para minimizar los riesgos de vivir una mala experiencia y lograr lo que todos queremos, disfrutar las vacaciones.

Pero antes que todo les dejo una regla, que me ha dado resultado, lo que ha logrado que mis vacaciones hayan sido CASI siempre un éxito.

En buen chileno “no hinchar las pelotas”. Si el otro no quiere ir al tour y no hay forma de que apañe…que no vaya, si no quiere comer cuando estás muerto de hambre… que no coma, si no quiere sol…que se quede debajo del quitasol, si quiere leer que lea, si no tiene sueño que no duerma y así sucesivamente, al fin y al cabo ES ASUNTO SUYO y nadie tiene por qué dejar de hacer lo que le gusta por agradar a otros. Ahora bien, si juntos pueden llegar a un consenso, maravilloso, esa es la idea y puede que hayas encontrado a tu partner de vacaciones.

Nada mejor que ese momento en que sientes que ya no queda nada para elegir y tomar tus merecidas vacaciones. Ahora si lo piensas bien, la compañía no es un detalle menor ya que de ella dependerá gran parte de tu experiencia. Les dejo a continuación una lista de personajes que identificarán y consejos para ayudarlos a enfrentar los momentos difíciles de este intenso y corto tiempo de disfrute y descanso.

Tipos de acompañantes:

  1. El Turístico: No falta el amigo, la polola o el papá engrupido “seco pal tour”, maneja los itinerarios, tiene su tenida outdoor preparada, su buen bototo, está levantado a las 6.00 AM, tiene el repelente infaltable en mano, raya con que hay que culturizarse y maneja en su mente el cuestionario que le hará al guía. Es entretenido lidiar con esa persona un rato, pero no tienes por qué someterte al estrés de tener responsabilidades en vacaciones.

Consejo: Si no quieres ir al tour no lo hagas.  Aprovecha de reírte con este personaje, no le hace mal a nadie.

  1. El amargo: Todo le parece complicado y un problema. Se complica con los horarios, con la arena en la ropa, con el clima húmedo, porque no hay jugo del que a él le gusta, se queja por todo y al final te amargas tu sin razón y te sientes “pisando huevos todo el tiempo”. Para evitar caer en este juego y convertirte en un limón más, mi consejo es “ignorar”, utilizando la vieja técnica, con todo respeto, “de hacerse el hueón” total, si no es porque sí, es porque no, si no es porque no, es por quizás, finalmente este personaje siempre tendrá una razón para boicotear el viaje. Ojo, si están pensando… ¿Y si es su pololo(a) o la de un amigo? lamentable, pero no todo está perdido…

Mi consejo en estos casos es no dejar de hacer lo que uno quiere y frente a todas esas frases que taladran tu cabeza, como me dijo un sabio amigo canadiense, la respuesta debe ser siempre “Yes my dear, yes my dear”, que es básicamente ignorar repito ignorar, al final para el mundo quedas como mamón y macabeo, pero en el fondo y para ti, sigues siendo el crack que hace lo que se le da la gana. Mientras más importancia le das a superficialidades más se agranda el problema que para que estamos con cosas, dejando un poco de lado el orgullo, es totalmente evitable.

  1. El tacaño: Este amigo es el típico del que uno se ríe y al que molestan, que en su justa medida es un aporte y nos puede ayudar a derrochar menos. Es el que todo lo cotiza, como si tuviera un año de vacaciones. Va tres veces a la misma tienda a ver si hay buenas ofertas, o para tratar de regatear ese regalo de 5 dólares que le duele el alma comprar. Se queja del hotel como si estuviera en el Maxi -Palace Luxury Hotel 6 estrellas más Hard core punk del caribe, cuando pago un pack promocional de tres estrellas por despegar.com. Su Clásica frase “te tengo una papita” y siente una satisfacción interior impresionante.

Consejo: Aprovechar sus datos para derrochar menos y hacerlo pagar cuando se tome unas copitas demás, así al otro día su sufrimiento será tu mejor panorama.

  1. El prendido: Este amigo va a todas, el problema es que si se pasa de copetes puede dejar la escoba y no olvidemos que si estamos en otro país la cosa se puede poner “peluda”.

Son las 9.00 AM, se acaba de tomar el “desayunior” de la vida a lo gringo y ya tiene sed de un mojito en la barra de la playa. Planea todo lo que hará en la noche, los bares que recorrerá, es el payaso del hotel, se hizo amigo de todos, en cada barra lo reciben con un brindis y ya saben al segundo día con que atenderlo, pero a la hora de los “quiubo” está raja y borrado. Amanece con una caña moral, que no lo deja en paz y puede decepcionarte por no cumplir las expectativas que te habías hecho el día anterior. No recuerda que pasó ayer y tienes que comportarte como su sicólogo y perder tiempo de tu valioso día en resumir su comportamiento de la manera menos grave posible para no paquearlo más de lo que está.

El consejo: Asesorar a las barras para que los tragos sean suaves y dure más. Para mí, este es uno de los mejores partners. Ese con el que no se pasan penas. Sí, creo que hay que cuidarse de que no se mande un “tony” que pueda dejarlo al otro lado del mundo.

  1. El barsa: Es maestro en “pechar”, dejó el cigarro hace un mes y pide toda la noche asegurando que es excepcional. No lleva pasta de dientes porque está seguro que los amigos llevan todo lo necesario para sobrevivir. No compra chocolates en el dutyfree porque confía en que los amigos se encargarán de eso. Del bloqueador, ¡ni hablar! Disfruta de todos los productos de belleza pero no lleva ninguno. Se le acaba la plata a los 3 días y pide préstamos que lo más probable es que no devuelva. La saca baratita, lo pasa bien y disfruta como todos los demás sin poner ni uno. Se hace amigo de otros viajeros y la pregunta clásica con cara de curiosidad, ¿Qué es eso? Para que le den de probar.

Como consejo no olviden que las vacaciones son sagradas, son el momento en que nos desconectamos y logramos descansar, además de aventurarnos en nuevas experiencias. Lo ideal es que podamos ser libres de hacer lo que queramos sin amarrarnos a responsabilidades.

Lo más importante, tómenselo con humor. Y bueno al que le quepa el poncho ¡que se lo ponga!

IMPORTANTE: Obviamente las fotos son 100% referenciales.

Ya viene la versión 2!

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